Arte y Mundo Femenino


El rescate de mi identidad de Mujer ha sido un arduo trabajo que inicié luego de terminar mis estudios en la Universidad y comenzar a batallar en el mundo profesional, para descubrir que había invertido demasiado tiempo, esfuerzo y angustias tratando de competir en un mundo patriarcalmente diseñado, bajo sus reglas y principios.

Toda la intuición heredada de generaciones de mujeres luchadoras y trabajadoras se fue durmiendo en pos del exitismo de la carrera por alcanzar mi "lugar en el mundo", lejos de todas las discriminaciones y postergaciones de mis antepasadas. Pero al alcanzarlo, algo comenzó a faltarme. 


Una parte de mi me gritaba que había otra yo durmiendo en las sombras, reclamando ser rescatada para tener derecho a expresarse.
Esa otra yo quería pintar más, tejer, juntarse con otras mujeres y hablar desde adentro de verdad, atreverse a conocer sus emociones y a ponerle nombre a los estados de ánimo no convencionales, interpretar los sueños y visiones que la atormentaban o confundían y un infinito etcétera, que generaba un raro vacío, que el gratificante y extenuante trabajo profesional no alcanzaba a llenar. Mucho menos la religión.

Así, de a poco y con timidez fui abriendo las puertas y ventanas del alma a esa otra yo, para buscar más allá de lo aprendido. Conocí nuevas formas de espiritualidad y saberes ajenos a la academia. Recopilé información, investigué y estudié como era mi costumbre. Así me sentía segura.
Frecuentemente, mi amoroso y comprensivo Compañero me decía: "Ahora debes sentir..." Confieso que tardé años en comprender a que se refería. 
Y lo comprendí porque un día dejé todos mis miedos a un lado del camino y decidí atreverme a ser Madre.
He ahí el comienzo de mi real camino de evolución hacia la expresión viva y consciente de mi feminidad.

Aquí estoy hoy, en medio de esa senda maravillosa y mágica, dejando que la intuición profunda me conecte con la Sabiduría de todas las que vinieron antes que yo. Reverenciando a mi "Vieja y Sabia Madre Interior" e intentando aprehender cada una de sus enseñanzas. 
Sin complejos, sin tabúes, desconstruyendo y sacando máscaras.

Los trabajos que comparto a continuación son expresión de esta búsqueda y son los más recientes.




Flor de loto.
Acuarela y lápices.




Mandala Sangre de la Vida.
Acrílico en cartón entelado.









Fecundidad.
Acrílico sobre tela.



Triple Diosa Kultrún.
Acrílico sobre tela con aplicaciones de mosaicos.




Madre Serpiente del Arcoiris.
Acrílico sobre tela.




Hermana Noche.
Acrílico sobre tela.











2 comentarios:

  1. Araceli, lo que relatas para iniciar el espacio de mundo femenino, me llega a dar escalosfríos, porque es tan parecido a lo que me sucedió a mí, el tener que ganarse un lugar en lo profesional, para sentirse segura como tal, asi como también satisfacer las necesidades de confianza y orgullo de otros, van haciendo que cada día se torne como una pesada carga, que al final del día te deja con un sentimiento de vacío. El sueldo ya no tiene tanta importancia, que te alaben, tampoco. Necesitas otras cosas por la cual sentirte viva y que te empujen a ser mejor persona y a no dejar de crear y a no traicionarte. Mis hijos para mi fueron mi motor, el poder abrazarlos, el poder ir creando lazos, mundos y sueños, el ir haciendo camino juntos. El ser yo en mi más absoluto poder de mi misma. El volver al calor de las miradas, los juegos. El tener tiempo de mirarme mujer y valorarme tan sólo por el hecho de serlo. El tiempo de crianza es el tiempo mejor invertido en la vida, es una huella que queda grabada en la memoria, en el alma, en la piel.
    El estar en contacto y sincronía con otras mujeres que bailan la misma danza de la maternidad es maravilloso. Se entretejen un sin número de conversaciones y sabidurías y sabes fehacientemente que el camino elegido es el correcto.
    Me encantó este espacio.

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  2. La expresión de mi Feminidad es un desafío que me ocupa por completo en esta etapa de mi vida.
    Por eso agradezco tanto tener la oportunidad de recibir palabras de consejo de otras mujeres que han andado ya por este camino.
    Creo que compartir estas vivencias ha sido con el ánimo de recibir esos consejos.
    Hoy más que nunca, porque me encuentro lejos de las mujeres significativas de mi vida, que nunca han sido muchas porque siempre me ha costado demasiado trabajo abrir mi interior a la compañía de las otras. Cada una de nosotras tiene sus propias trabas y demonios que son los obstáculos en esta senda.
    Yo no hubiese ni siquiera asomado la nariz a este espacio, si no fuera porque tuve la bendición de encontrar un compañero que vio más allá de mis máscaras y entonces de su mano me atreví a descubrir la Maternidad, que para mí ha sido un espacio de sanación profunda.
    Este blog es un intento por participar una Tribu, más allá de las fronteras. Espero que así sea, porque ninguna debería danzar en soledad.

    Un abrazo lleno de luz para tí, querida Diana.

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